Se trata de desarrollar un modelo práctico de explotación sostenible insular mediante la implementación de diversas actuaciones que garanticen un uso racional de los recursos naturales en localidades desfavorecidas por la desertificación y el empobrecimiento de la biodiversidad de Cabo Verde. El proyecto enseña a integrar de forma práctica el medio ambiente y la ganadería mediante actuaciones de carácter piloto y demostrativo, basadas en: acuerdos de colaboración con las comunidades locales y en su formación, capacitación y dotación para realizar una explotación sostenible de sus recursos. Por un lado, la optimización ambiental de las prácticas ganaderas actuales contribuye a que el país luche contra los efectos de la desertificación y la pérdida de diversidad biológica y, por otro lado, la revalorización de los productos locales obtenidos bajo criterios ambientales permite elevar el nivel de renta de la población rural, frenar el despoblamiento rural y mejorar la seguridad alimentaria en el país.