El objetivo principal del proyecto es obtener un prototipo basado en una red inalámbrica formada por motas con sensores y actuadores. Esta red ha de ser capaz de operar de forma autónoma y servirá para automatizar instalaciones de abono y riego. Así, por un lado, unos nodos (llamados nodos sensores) de la red medirán parámetros ambientales y del suelo, proporcionando los datos necesarios para que otros nodos (llamados nodos actuadores) activen o desactiven el riego, así como los mezcladores de abono en los tanques de agua para el riego. Con este sistema se espera poder optimizar las funciones de regadío de un cultivo para conseguir un promedio de ahorro anual de entre el 10% y el 20%. Con el beneficio que ello implica para la sociedad en general, que ahorra un recurso tan preciado como el agua; y para el agricultor en particular, haciéndole más rentable la plantación. Además de estas ventajas, que ya por sí mismas justificarían este proyecto, las redes de sensores inalámbricas proporcionan datos de un espacio muestral mayor al propio de las estaciones meteorológicas, lo que hará accesible el estudio y aplicación de técnicas de agricultura de precisión al pequeño y mediano agricultor.