La globalización de la economía y de la información ha potenciado la necesidad de la formación permanente y la actualización de conocimientos de las personas adultas, lo que ha facilitado la aparición de numerosas instituciones que actúan en la educación permanente desde múltiples enfoques y dirigidos a alumnos con muy diversos perfiles sociales y profesionales. En el caso de los alumnos que asisten a nuestros centros, se caracterizan por haber abandonado sus estudios prematuramente o no haber estudiado nunca. Es decir, son personas con pocos estudios, con dificultades en la promoción laboral, inmigrantes con dificultades laborales y de comunicación, alumnos de minorías étnicas como gitanos y otros grupos. La incorporación de este alumnado de forma masiva a nuestros centros, nos ha obligado a adaptarnos a nuevas estrategias pedagógicas y organizativas.El primer problema que nos encontramos es, desde una limitada comunicación, detectar sus demandas, necesidades formativas, su priorización y su nivel de conocimientos con el fin de orientar su formación y establecer mecanismos de seguimiento de su proceso de formación, evitando, en lo posible, el abandono por incoherencia entre sus necesidades reales y oferta formativa.A partir de las necesidades que, en relación a estos temas, tenemos las distintas instituciones que formamos la asociación, pretendemos diseñar un procedimiento de recepción y seguimiento que estandarice y de respuesta a estas necesidades.Partiremos de los mecanismos que actualmente se utilizan por las instituciones participantes en el proyecto y de la percepción que tienen el resto de profesores del centro y los alumnos. Es necesario que el debate que se pretende iniciar no se limite a las reuniones trasnacionales, por lo que las TIC, con los distintos recursos de comunicación que nos proporcionan tendrán un importante papel dinamizador.